Seca…llanuras agrietadas, tal el rostro de una centenaria anciana, que día a día
resiste con valor, la inclemencia de los elementos. Mucho alisio que cabalga el
Mar Caribe, desmonta en la Costa de Perijá y se lanza con arrebato tierra
adentro. La luz, en su diario andar dejando su intrínseco analema, entre los
imaginarios cáncer y capricornio, se refracta y descompone intensamente en
color; y, en los espacios abiertos que miran más allá del horizonte, se
detiene…en un imperceptible instante, para: ondular, zigzaguear, serpentear…y,
ser sinuosa en la diversidad de sus tonalidades. Desértica Guajira, cardones y
cujíes.
Dajo
Rodolfo Bigott
11-08-2016
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